Que el título no lleve a engaño a ningún espectador despistado. “Drácula: La leyenda jamás contada”, a pesar de anunciar que pretende airear, supuestamente, todo lo que siempre hemos querido saber y nunca nos hemos atrevido a preguntar sobre la historia de un personaje mítico de la literatura y el cine de horror, nos quedamos con las ganas. Nada más alejado de la realidad. Este nuevo acercamiento al archiconocido icono terrorífico queda despojado de todo atisbo de erotismo y convierte al príncipe de las tinieblas en una suerte de superhéroe sumido en el medievo cuyas peripecias se acercan más al género de acción que a las raíces del miedo plantadas por el libro clásico de Bram Stoker y sus múltiples adaptaciones cinematográficas.

Universal apuesta por un director novel, Gary Shore, cómodo elaborando planos rendidos a la infografía, replicando lo peor de una extendida estética, propia de un videojuego sin renderizar, que va ganando posiciones en el cine mainstream. “Drácula: La leyenda jamás contada” no da miedo y las batallas épicas que transcribe no son nada del otro mundo, con lo cual la propuesta se queda a medio gas. No es una película de terror y tampoco cine de aventuras cargado de escenas de acción de quitar el hipo. A la cabeza del reparto, Luke Evans (“El Hobbit”), con la presencia de Charles Dance, el patriarca de los Lannister de “Juego de Tronos”, en los mejores momentos del filme: por algo es el chupasangres que convierte a Vlad el Empalador en el vampiro más popular de todos los tiempos.

(fragmento del texto aparecido en El Correo)

Gustó mucho a su paso por el festival de Sitges el pasado año esta cinta de ciencia-ficción de andar por casa absolutamente indispensable para todo aficionado al género fantástico. En el evento catalán “Coherence” se llevó el Premio al Mejor Guión y Mejor Película en el emergente FANT de Bilbao y Amsterdam. Una buena carrera para una propuesta dirigida por James Ward Byrkit que logra imbuir al espectador en un relato de atmósfera absorbente rodado con tan pocos medios como grata imaginación. Emoción y suspense no le falta a este filme trufado de giros inesperados que presenta a un grupo de amigos que se ven envueltos en una trama irracional una noche de cena en una casa de la que no es fácil salir. Ecos de “Tales from the Crypt” y otras series magníficas de episodios rendidas a la fantasía. Protagoniza el misterio mucho rostro televisivo: Emily Foxler (“Mad Men”), Maury Sterling (“Homeland”), Nicholas Brendon (“Buffy, cazavampiros”)…

(texto publicado en el suplemento GPS de El Correo)