cunia cine comic y otras hierbas

Camarada Alex, bon voyage

Filed under: Celuloide el Lunes, 21 de julio

Lo amaba. Era puro amor. Pura bondad. Mucho arte. Mucha profesionalidad. Todo en una persona, modesta, creativa y entrañable. No sé si conozco a alguien más como él en este mundo incierto. Desgraciadamente, creo que pocos o ninguno, al menos que se haya revelado a día de hoy. Lo tenemos muy difícil para estar a su altura. Perderle así, sin avisar, ha sido un golpe tan terrible como injusto. La de la guadaña se ha equivocado. Mucho. No hay derecho, parca, te has llevado a un grande. Por tu puta culpa se han acabado esos encuentros, esas comidas, esas charlas Esa amistad con Juantxu, ante todo amigo y luego representante Esas películas irrepetibles, esas actuaciones inconmensurables Todo.

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Con Acción mutante fue la primera vez que pisé un rodaje. Ahí le vi, exultante. Con Mirindas asesinas hubo un antes y un después, junto con Mama, en el mundo del cortometraje. Alex Angulo ha sido una pieza fundamental para entender a nuevos cineastas y a talentos ya consagrados que abrieron fuego con su enorme colaboración. Tengo muchas palabras, demasiadas, para definir a un actor inconmensurable, una persona gloriosa pero no puedo escribir más, no puedo Que tengas un buen viaje, amigo Alex. Te echamos mucho de menos.

Angustia low cost

Filed under: Celuloide el Domingo, 13 de julio

Érase una vez un productor de cine que, en una de sus visitas al festival de Sitges, descubre una película curiosa, de bajo presupuesto, que puede llegar a más con un pequeño meneo. “La cueva”, ópera prima de Alfredo Montero, pasó sin pena ni gloria por el evento catalán, programada en una sección paralela, pero Juan Gordon, de Morena Films, impulsor de éxitos como “Celda 211”, propuso a sus artífices darle una vuelta al montaje y rodar metraje extra para que el filme tuviera más enjundia. Dicho y hecho, y la maniobra ha funcionado. Estamos ante una cinta hecha entre amigos que llega a las salas de cine tras un provechoso proceso de remasterización que, sin duda, ha dado sus frutos, como pudo apreciarse en la inauguración del Fant de Bilbao. La propuesta gustó al público y provocó el malestar general que pretendía en el emergente evento.

“La cueva” está protagonizada por un grupo de colegas que se van de vacaciones a Formentera. Acampados en el bosque, disfrutan de las maravillas del lugar. Pero la curiosidad mató al gato y, tras bañarse en el mar y alguna que otra borrachera, deciden saciar su sed de aventura explorando una cueva que se encuentran por casualidad. Entrar es fácil, salir no tanto. Atrapados, sin agua ni comida, los más bajos instintos del ser humano afloran. En la línea de la aclamada “The descent”, la película de Montero logra transmitir al espectador una sensación de claustrofobia que llama al pánico. Cuenta con alguna escena sumamente angustiosa, en la que los actores se jugaron el pellejo para sacar adelante una valiente producción de terror realizada casi con lo puesto. Un buen ejemplo de que en el terreno de la creatividad muchas veces menos es más. 

(de EL CORREO, aquí sin cortes)

Entrevisto a maese Vigalondo

Filed under: Celuloide el Domingo, 6 de julio

Desde que fuera nominado al Oscar por el cortometraje “7:35 de la mañana” Nacho Vigalondo se ha convertido en una firma indispensable a la hora de hablar de nuevo cine español. Su tercera película, “Open Windows”, es una co-producción internacional rodada en inglés protagonizada por Elijah Wood y Sasha Grey, ex-estrella del porno. Por supuesto, no es un filme al uso, como nos tiene acostumbrados este creador insaciable que busca inspiración en el cómic, los videojuegos y la red.

-¿Cómo fue la génesis de “Open Windows”?

Es la más discutible de todas mis películas porque no fueron los personajes ni la historia si no el planteamiento formal. Es un encargo. Me pidieron que elaborase un thriller donde tuviera mucha importancia Internet. De cara a estimularme a mi mismo necesito llevar la experiencia de hacer una película al límite y decidí que toda la película ocurriese en una pantalla de ordenador. Compuse una historia que estuviese vinculada al formato.

-¿Bebe de la actual fiebre por el found footage?

Hemos ido por un territorio distinto porque no es una historia lineal, cruda y directa. Hemos sustituido la cámara doméstica por la pantalla de ordenador y, al estar presente Internet, en la película hay una mentira sobre otra. Con giros y trampas. Es así por la propia naturaleza de Internet.

-Por lo que comentas, no todo espectador podrá entenderla.

Un esfuerzo grande ha sido que tenga una lectura elemental. A un nivel muy sencillo es una historia tradicional de rescatar a una chica, pero luego tiene otras capas. Y el final es muy abstracto. No he querido ser restrictivo. No he introducido nada que puede echar al público de las salas, aunque no sea una película trillada. Hay elementos muy realistas aparte del fantástico. Hay locura pero se entiende.

-¿No has tenido miedo de que la forma se coma el relato?

La forma y la historia están unidas. El ordenador es parte de la trama. La cámara es de alguien que está dirigiendo, que soy yo, no los ojos del espectador. Y no he querido jugar al despiste. No se despega de una película de Brian de Palma, por ejemplo. No es difícil de ver.

-¿Cómo fue trabajar con Elijah Wood?

Es fabuloso. Siempre ha sido actor. No ha sido otra cosa nunca, con lo cual tiene un dominio de la técnica increíble. Procesa las instrucciones a la perfección. Y en un mundo como el cine, que es muy clasista y está lleno de engreídos, es un tío absolutamente llano. No se da importancia a sí mismo. Además no se me ocurre una carrera tan única unida al mainstream. Y está encantado con Frodo.

-Por la temática, ¿es mejor ver la película en un ordenador o en el cine?

Hay tantos elementos escondidos que es mejor verla en pantalla grande. Hay mucho material. Así no te pierdes nada, pero nunca firmaría una película que no se pudiese ver en un ordenador.

Se comentaba de tu anterior película, “Extraterrestre”, que tenía que haberse estrenado directamente en Internet. ¿Está difícil rentabilizar lo digital?

En la traslación de lo físico a lo digital ha habido un exceso de celo en implantar lo gratuito como algo legitimo para los consumidores. Se dice que hay que quitar la piscina a Alejandro Sanz, pero siempre podrá bañarse en ella, porque lo que está desapareciendo es la clase media. El mainstream sigue en su sitio. A mi me duele que un nuevo realizador no pueda colgar su última obra y pedir 2 euros a cambio de su visionado porque lo gratis está instaurado. Es una pena. Hay una generación brillante de cineastas y hay experimentos muy interesantes que no se monetizan a través de la red, como #littlesecretfilm por ejemplo.

-Son modelos de creación, pero no de producción.

De cara a prensa creo que tiene más valor anunciar películas a un euro que gratis. Tendría una importancia simbólica y ayudaría a fabricar un modelo sostenible.

-¿Crees que la gente pagaría?

Me limito a lo que está pasando en otros países como EE.UU. Lo duro es que este posicionamiento de no querer pagar por ver películas online está afectando al cine independiente, no a las multinacionales. Aquí no se está haciendo eco de un reencuentro que hay con las propuestas indies, como pasó en los 90s. Títulos de género como “Cheap Thrills” están teniendo una vida muy interesante a través de vías como VOD. Hay países con más piratería que España, pero que, en cambio, sí tienen cultura de pagar por las cosas en Internet, de tal manera que hay cierto equilibrio. Aquí en absoluto

-¿Qué esperas de Open Windows?

Pienso en el espectador y no en la taquilla, busco crear sensaciones en el público, acunarle, zarandearle, darle un caramelo, una paliza, abofetearle, marearle… Que la película tenga peso real y plantee cuestiones. Hay blockbusters que se me evaporan cuando salgo de al sala. Prefiero que la película sea conflictiva pero permanezca agazapada en tu cabeza.

-Que no deje indiferente.

Los blockbusters más atrevidos suelen tener un comienzo arrollador pero un tercer acto terrible. Merece la pena que una vez que las bases de la historia estén asentadas en vez de descansar la película se propulse hacia arriba.

-¿Qué has visto últimamente que te haya gustado?

Pues a pesar de que la pusieron a caldo, “Solo dios perdona”. La maltrataron el año pasado y es una cinta muy avanzada, nada complaciente con el público, bien construida. Es tan honesta consigo misma que no es pelota con el espectador.

-¿Has llegado a pensar que quizás nunca llegues a triunfar de verdad?

Como soy de pueblo, de clase baja, mi padre es peón y mi madre ama de casa, para mi no es un fracaso no hacer taquilla. A mi edad ya he hecho tres películas como me ha dado la gana. Me sentiría mal conmigo mismo si me quejase de mi situación.

 (entrevista aparecida en EL CORREO, aquí ampliada)

Festivales de verano

Filed under: Music non stop,Saraos el Sábado, 5 de julio

El pasado año escribí este texto sobre los festivales musicales en el suplemento ZARATA de MONDOSONORO, en la sección La nota. Lo rescato, sin cortes, al estar de plena actualidad en época estival estos eventos multitudinarios que se han convertido en macrocitas donde, a veces, lo de menos es la música. ¿Por qué no se aprovechan más las actividades paralelas?

“¡ALGO MAS QUE MUSICA!”

No es fácil para los profanos entender por qué a muchos aficionados a la música nos gusta asistir a macrofestivales, donde muchas veces nuestros grupos favoritos tocan a horas intempestivas, o demasiado pronto, bajo la luz del sol, o muy tarde, cuando los párpados pesan si no hay sustancias de por medio. Generalmente, los artistas golpean sus instrumentos menos tiempo del deseado y la cosa no suena como debiera, a no ser que estés viendo al cabeza de cartel. Si eres joven y rockero, toca dormir, es un decir, en un camping que parece Auschwitz. Aunque las cosas hayan mejorado, ducharse sigue siendo un ejercicio impredecible. Superado el tour de force, tras sortear peculiares experiencias en el filo y sobrevivir a la odisea gastro-etílica, es inevitable preguntarse por qué no queremos hacer la mili. Al final, nos gusta la fiesta, las sensaciones, el ritual colectivo, dejarse llevar Es lo que aporta, con sus ventajas e inconvenientes, una peculiar cita que supone ser abducido durante días por una pasión irrefrenable. Para muchos, probablemente la única.

Visitando hace unos días la estupenda exposición “This is not a love song” en Barcelona, una nutrida muestra que explora las relaciones entre música pop y videocreación –ojalá sea itinerante-, me acordé de la cuidada programación de actividades paralelas que lucía antaño en la parrilla del FIB, antes de sucumbir a la crisis que (casi) todo lo arrasa, sobre todo si huele a cultura. Benicassim era una fiesta, como diría aquel, pero, además de la lista de suculentos conciertos, lo interesante del conocido festival de verano –playa aparte- era su empeño en ofrecer muchas cosas más, como cine, teatro, fotografía, arte en general, talleres, encuentros… Por tomar un ejemplo, el concurso de cortometrajes, bien orquestado por Manuel Lechón, era de lo mejorcito en su campo a nivel estatal, con proyección internacional. Poco, o nada, de aquello queda, lo cual es una pena porque un acontecimiento de estas características, que goza además de apoyo institucional, no debe dejar pasar por alto el cruce de caminos entre disciplinas, entre medios de expresión, una manera de enriquecer la oferta y de tener entretenido al personal antes del comienzo de los conciertos, o en los tiempos muertos.

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Aparte de justificar subvenciones, así de claro, una cuidada programación paralela en un macroevento musical debe aprovechar las posibilidades que brinda hoy en día la fertilización cruzada entre la música y otras artes. De esta manera, el espectáculo puede extenderse por la ciudad que lo acoge, incluso días antes. Se ha notado que en su última edición el Bilbao BBK Live ha querido abrir vías en este sentido, una maniobra loable para plantear un menú rico en matices. Falta explotar más algunos elementos que están ahí, infrautilizados, como las pantallas de proyecciones que forman parte de los escenarios, entre bolo y bolo, y muchas más opciones que no caben en las presentes líneas. Para entender mejor la reivindicación de estas palabras basta pasarse, alguna vez en la vida, por el SZIGET Festival de Budapest, un encuentro más que recomendable –obligatorio- para todo amante de los sonidos en vivo y en directo. Además de reunir a más de medio millón de personas cada año y ofrecer shows abarcando todo estilo imaginable, cuenta con una programación paralela fascinante. Por poner un ejemplo, puedes ver el mismo día a Mike Patton y a la Fura dels Baus al aire libre, elegir la comida exótica que te apetezca cenar –hay de todas las nacionalidades-, dejarte llevar por el ambiente de una carpa que solamente programa jazz, agitar la cabeza con Brujería, o subiéndote a una de las atracciones dignas de Port Aventura, y acabar la jornada en medio de un espectáculo grandilocuente de luz y sonido amenizado por un DJ incontestable. ¡Así sí! ¡Algo más que música!

Otro año más

Filed under: Celuloide,Saraos el Miércoles, 2 de julio