A continuación rescato el texto publicado en el suplemento TERRITORIOS de la Cultura de El Correo, donde, como todos los años, recomiendo algunos títulos indispensables del año, dignos de ser regalados por estas fechas. ¡A leer!
-“LOS SURCOS DEL AZAR”, de Paco Roca (Astiberri)
Paco Roca (Valencia, 1969) se valió de un sentido del humor sutil y de las posibilidades del lenguaje del cómic para retratar en su obra “Arrugas”, Premio Nacional, un tema complicado: el Alzheimer. Convertido en un fenómeno editorial apabullante, lo suyo es narrar con maestría, planificar la página, pulir la línea y expresar con el trazo, sin efectismos que no van a ningún sitio. Tras “El invierno del dibujante” presenta su última propuesta, “Los surcos del azar”, un álbum valiente que puede generar controversia por el tema que describe: el papel que desempeñaron los republicanos españoles en la victoria sobre el nazismo. La memoria histórica le ha hecho tilín al notable artista valenciano. Firma más de 300 páginas, frescas y documentadas, que reflejan una época maldita que pide justicia. La estructura narrativa planteada por Roca es uno de los puntos fuertes de una novela gráfica que vuelve a demostrar que aquellos que menosprecian un medio como el cómic no saben lo que se pierden.
-“VAMPIR”, de Joann Sfar (Fulgencio Pimentel)
De una belleza plástica incuestionable, la cuidada edición de “Vampir” es un atractivo regalo navideño. El vampiro Fernando es un romántico empedernido. Muerde suavemente a sus víctimas, siempre que sea un acto consentido, y su máximo preocupación es el amor, por encima de escapar del sol y de los cazadores de chupasangres. Su mayor problema es decidirse por una de las ninfas a las que seduce. El pobre está hecho un lío. Humor y mensaje perfectamente ensamblados.
-“NO OS INDIGNEIS TANTO”, de Manel Fontdevila (Astiberri)
Manel Fontdevila (Manresa, 1965), habitual de las páginas de “El Jueves” y padre de la tronchante serie “La Parejita”, ha elaborado un compendio de viñetas explosivas, con profunda carga política, que reflejan el actual estado de las cosas. “No os indignéis tanto” es una lectura obligatoria, ágil, divertida y directa. Fontdevila demuestra un manejo excepcional del diseño de página, con florituras gráficas que merecen tanta atención como el arte de Chris Ware y compañía.
-“I AM A HERO”, de Kengo Hanazawa (Norma Editorial)
Estamos ante un manga inusual, que está cautivando, número a número, tanto a fanáticos del cómic oriental como a aficionados a las viñetas de toda la vida, no siempre bien avenidos. Protagoniza la aventura un individuo del montón, dibujante de tebeos, que se ve inmerso en un Apocalipsis inesperado. Una infección se propaga por el planeta convirtiendo a todo ser humano en un monstruo. Puede parecer una premisa manida, pero su desarrollo es todo lo contrario, tan impredecible como fascinante.
-“LOS PROYECTOS MANHATTAN”, de Jonathan Hickman y Nick Pitarra (Planeta)
Con un dibujo personal, no del gusto de cualquiera, “Los proyectos Manhattan” es una serie de ciencia-ficción, original a más no poder, que retoma un momento de la historia, el final de la Segunda Guerra Mundial, para narrar una realidad alternativa, un mundo paralelo que reinterpreta el que conocemos. Deslumbrante en su concepción, como el aplaudido trabajo como dibujante de David Aja en “Ojo de Halcón: Seis días en la vida de…” (Panini), otro título a tener en cuenta en esta línea.
-“EL RAYO MORTAL”, de Daniel Clowes (Mondadori)
Es raro, muy raro, que Daniel Clowes falle en su carrera. Puede bajar el listón en alguna de sus obras, pero nunca decepciona. “El rayo mortal” es un prodigio gráfico, 100% Clowes, indispensable en esta lista, como lo son “La colmena”, de Charles Burns”, y “El hombrecito” (La Cúpula), de Chester Brown. Un esencial trío de ases del cómic independiente americano. Clowes demuestra en este libro, de tardía publicación en nuestro mercado, que ni siquiera tener superpoderes puede salvar a un sujeto de su mediocridad.
-“BEOWULF”, de David Rubín (Astiberri)
David Rubín (Orense, 1977) es, sin duda, uno de los grandes dibujantes del momento. “Beowulf”, con guión de Santiago García, enfatiza el carácter imparable de su trayectoria. Visualmente poderoso, en esta ocasión adapta el conocido poema heroico en una sucesión de viñetas de mimada estética que buscan embriagar al lector a través del trazo y el color. El nivel en la planificación de página es alto, así como la narración, cinematográfica por momentos. Arrebatador.