ATENCION, los muchachotes de Astiberri reeditan FREAKS IN LOVE, de Sergio Córdoba, uno de los tebeos que publiqué antaño con Subterfuge Comix. Una década después, este incunable título indie vuelve a las tiendas para el deleite de nostálgicos y de aquellos que se lo perdieron en su momento porque apenas gateaban o no se enteraban de la fiesta.

Para celebrar el asunto, mañana sábado firmas del autor en Madrid Comics, entre las 19 h y las 21 h, y sarao gordo a partir de las 22:30 h en EL NARANJA, donde pincharemos los 2 MARY DJS y FLUZO. Menú: música de los noventa a topeeeeeeeeee!!!

Os dejo con el PROLOGO que me encargaron para esta nueva edición. Un sentido texto obra de un viejuno emocionado

COMIC, FANZINES Y CDs de MUSICA

Toca ponerse en plan abuelo Cebolleta. Y no es para menos. A uno le encargan un prólogo para un tebeo que editó felizmente hace una década y es imposible no pararse a pensar en el paso del tiempo.

¡Joder! ¿Diez años ya? Ha pasado una década, dos lustros en los que todo ha cambiado mucho. Parece que fue ayer cuando aterricé en Madrid en 1997 para encargarme de Subterfuge Comix, animado por Carlos Galán, sin saber apenas lo que era un correo electrónico. Aquellos tiempos en los que maquetabas los fanzines con recorta y pega, o te marcabas un diseño casposo con el ordenata de un colega y llevabas a la imprenta todo el lío en cuarenta millones de diskettes, de esos que ahora son una reliquia.

¡Los años 90! ¡Qué tiempos aquellos! La explosión de los fanzines, el auge y caída del grunge, la irrupción con fuerza del concepto indie en nuestras fronteras… antes de la llegada del mp3 y su puta madre. Internet ha matado el fanzine tradicional, ahora existen los blogs y los CDs empiezan a utilizarse de posavasos, pero hubo un tiempo en el cual el do it yourself estaba al orden del día y era como emplearse a fondo en la marquetería.

Hace apenas diez años, toda mente inquieta con la necesidad de hablar de sus pasiones, de dibujar, escribir o rascar la guitarra, no tenía ni idea de que un buen día tendría un myspace.

Los tebeos se hacían a mano, no a máquina.

La última generación analógica intercambiábamos películas en VHS vía correo ordinario. Veíamos filmes sin subtítulos en copias de decimonovena generación. Era todo como borroso. Absurdo. Y tan contentos.

Los fanzines se grapaban uno a uno: tranquilamente de 0 a 100 ejemplares, algo cansado de 100 a 200, ligeramente mosqueado de 200 a 300, y hasta los huevos de 300 a 400 (¡la supertirada!). Tras doblar las páginas, ninguno quedaba igual, por supuesto. Currarse un tebeo alternativo era una cuestión de manualidades. Bien lo sabe Sergio Córdoba, que se dibujaba sus historias y les daba salida a base de fotocopiadora, sobres a tutiplén y chupar sellos. A mis manos llegó por aquel entonces “Freaks in Love”, donde el insigne señor Córdoba cambiaba de registro tras coquetear con el rollito superheorico (¡ese Hulk Morgan!).

Sergio escuchaba Pixies, Radiohead, Los Planetas… y probablemente mucho Radio 3. Veía películas de cine independiente y devoraba viñetas de los hermanos Hernández (Love Rockets, Locas, Río Veneno). Mazzucchelli no le era desconocido, entre tebeos de Frank Miller, Mignola y Mike Allred, el creador de “Madman”. “Leo todo tipo de historias y estilos. No estoy cerrado a ningún género”, contaba por aquel entonces.

Instalado en las oficinas de andar por casa de Subterfuge, dispuesto a coger las riendas de su vertiente comiquera con todas las consecuencias, decidí abrir el abanico de posibilidades tras tanta línea tremenda*. Hasta entonces el fanzine que dio nombre a la discográfica se decantaba por un tipo de cómic underground pasado de vueltas, con mucho sexo y ultraviolencia. Crumb elevado a la enésima. Creada la editorial, había que apostar por más cosas. Entonces me acordé de Sergio, de ese fanzine de 16 páginas autoeditado, tamaño cuartilla con un folio rosa por portada, que me envió a mi apartado de correos cuando intercambiábamos fanzines. Por la temática era perfecto para iniciar una nueva etapa, más abierta pero ligada a la casa de discos (www.subterfuge.com). Le pedí que añadiera una historieta más, con 16 páginas inéditas, para llegar a las 32 habituales del formato comic-book, de moda por aquel entonces, a años luz del actual subidón de la novela grafica.

“Freaks in Love” fue un éxito en el marco del tebeo independiente. Hubo una segunda edición, se llevó un premio en Barcelona y ahora, diez años después, Astiberri lo recupera, remasterizado, señal de que es un título indispensable, que marcó una época. Como ese grupo de música que saca una maqueta, le ficha una discográfica, da un pequeño pelotazo y años más tarde es reeditado. Sergio Córdoba es un clásico. El supo, en su momento, definir mejor que nadie su trabajo: “Un cómic sensible, cotidiano, sin artificios, para todos los públicos”**.

Borja Crespo, 20 de septiembre de 2007

*El fanzine Subterfuge dio a conocer el trabajo del que esto escribe y dibujantes como Ladrón o Enrique, que nos inventamos para pasar el rato la línea tremenda: historietas pasadas de rosca, con mucho humor negro, gore y porno casero. Desde Subterfuge Comix apoyamos el trabajo de autores ahora reconocidos como Paco Alcázar, Miguel B. Núñez, Elreydespaña, Javirroyo, Chema García Siempre con M.A. Martín como imagen corporativa. **Declaraciones fusiladas de una entrevista que realicé a Sergio para el periódico EL CORREO y otras cabeceras de Grupo Vocento.