Soy un meme
Cada día escribes una de tantas tonterías en las redes sociales, pero de repente alguien decide coger una foto con tu careto, perdida por internet, y añadirle uno de tus textos recién malparidos con una tipografía imposible -como mandan los cánones internautas- y ¡zasca!, te conviertes en un meme. Es lo que me ocurrió la semana pasada con esta imagen que compartieron unos y otros vía internet, acumulando tropecientos me gusta. Estas cosas dan MIEDO, pero, a la vez, de alguna manera, devienen gasolina para la máquina. Vaya presión a la hora de escribir memeces o palabras brillantes, para decir alguna cosa que llegue al personal, aunque hay frases bastante más originales e interesantes que pasan desapercibidas. Ojalá alguna vez ocurra con algo que quiero difundir de verdad. Mientras tanto, acepto que he sido un meme loco por unas horas. Algo, en el fondo, tan escalofriante como divertido.