Sexo, gore y cartoons locos
En tiempos de excesiva (e infame) corrección política, el actualmente extendido cáncer de la creatividad (no me canso de decirlo), es de agradecer que existan películas como “Boogie el aceitoso”, una cinta viscosa que se pasa por el forro la ética y el decoro. Basada en los tebeos del genial dibujante argentino Fontanarrosa, genio entre los genios, la película se mea en las producciones de Pixar y aledaños. Desde que los creadores de “Toy Story” se casaron con Disney parece que no existe otra animación en el mundo. Pero sí, amigos, hay algunos amantes de los garabatos vivientes fotograma a fotograma que resisten ahora y siempre al invasor, como lo prueba esta locura animada que propone una historia de acción e intriga repleta de humor negro desbocado, anatomía desatada y pirotecnia cárnica. El protagonista es un mercenario adicto a la sangre, de gatillo fácil y puño feroz. Gustavo Cova firma la dirección de esta versión despendolada de Harry el sucio donde las cabezas de los personajes explotan a balazos uno detrás de otro y la hemoglobina salpica la gran pantalla en un festival demencial de sesos saltarines y chistes gruesos. Son cartoons locos al servicio de nuestra diversión.
5 RAZONES DE PESO PARA VER BOOGIE EL ACEITOSO
-Porque permite al espectador liberar una cantidad óptima de estrés gracias al alto nivel de explosiones de cráneos y gritos de dolor de vergüenza ajena. Son dibujos animados, ninguna criatura fue dañada durante el rodaje.
-Porque es una manera de homenajear al malogrado Roberto Fontanarrosa, uno de los grandes dibujantes de cómic que hemos tenido en los últimos tiempos.
-Porque mola ver a un personaje absolutamente transgresor, machista y violento, sin escrúpulos, en estos tiempos tan edulcorados. Es un saco de testosterona andante incapaz de atenerse a razones, cabezón y retorcido.
-Porque hay algunos chistes de humor negro como el carbón que cobran más sentido y tienen más gracia al ser dibujos animados. Además, resulta interesante desde el punto de vista técnico. Se aleja totalmente de los largometrajes de animación que imperan en la cartelera.
-Porque si algo va mal siempre se puede llamar a Boogie el aceitoso para que reparta justicia a su manera, que en el fondo es la de todos. Evasión pura y dura para la mente. Abstenerse estómagos débiles y mentes bien pensantes.
(texto rescatado publicado en el 2000 Maniacos)