No future !!!
Calles humeantes superpobladas por vehículos imposibles, edificios de plástico con forma de caja de cereales y seres inquietantes con cara de odiarse a sí mismos arrastrándose entre anuncios japoneses que vigilan de cerca. ¿Sueñan los humanos con ovejas clonadas?

Basura en cantidades industriales. Comida prefabricada, drogas de diseño y chips implantados en tu cerebro. Un gato con dos cabezas que fuma cigarrillos compulsivamente y un hombre desquiciado que quiere hablar de la verdad en un mundo lleno de mentiras. Hablamos de la serie Transmetropolitan, imaginativa e insolente, cuyas estridentes viñetas presentan un mundo futuro donde sólo se reciclan las mentes, las vidas y las ideas. El reputado guionista Warren Ellis es el amo de la función. Su mente ha parido a un personaje inadaptado que, tras huir a las montañas en busca de paz, vuelve a la ciudad para solucionar algunos asuntos profesionales. Spider Jerusalem ha regresado para quedarse. Lo suyo es el periodismo de trinchera, escarbar en la mierda y escupirla golpeando el teclado de su portátil. El cráneo rapado, el cuerpo tatuado y mucha mala leche, esas son sus señas de identidad. Armado con la palabra, estimulantes inimaginables y una pistola que produce alteraciones en el aparato digestivo (¡oh, cielos!), su misión es escribir una columna incendiaria con el propósito de agitar las conciencias desde un periódico virtual de gran tirada. Ahí es nada. Sus métodos de investigación van más allá del bien y del mal. Reconoce a los abogados por lo que abultan las drogas en sus bolsillos y se emociona dando sermones a diestro y siniestro: “Si me amaráis os suicidaríais todos hoy mismo”. Un entrañable bastardo, cínico y misántropo, que lanza palabras políticamente incorrectas contra el sistema y salpica de nihilismo su existencia a ritmo de karaoke psicodélico.
(por cortesía de EL CORREO)