Ricky Gervais es uno de los indiscutibles nuevos genios de la comedia. Su mente está detrás de la serie The Office, la versión británica, muy por encima de la americana. No hay que perderse tampoco Extras, propuesta cínica más que recomendable donde ya se pasaba con la profesión de actor, como hizo hábilmente el domingo de madrugada con algún divo presente en la ceremonia de los Globos de Oro. Aquí debajo pueden verse alguna de sus maravillosas salidas e tono. Es más que probable que el inefable Gervais no vuelva a presentar una cosa así al otro lado del Atlántico. Sus chistes ácidos, dardos envenenados, no han sido bien recibidos por la industria hollywoodense. El que esto escribe se ha partido la caja de lo lindo y aplaude sobremanera el atrevimiento de este jodido rey del humor inteligente. Basta ver los monólogos de su cosecha que circulan por la red para reconocer la valía de un individuo sin pelos en la lengua, ingenios, despierto y contumaz. No imagino una presentación así de punzante en la entrega de los Premios Poya. Y no vendría nada mal una buena tunda a algunos iluminados del cine patrio, ¿no?

Por cierto, AQUI comentaba mis favoritas del año junto a otros voluntarios. Sobre los Globos de Oro, me alegro especialmente por el trofeo bien ganado por Trent Reznor, un grande al que no se le reconoce lo suficiente, por el indomable Steve Buscemi y la excepcional serie Carlos (ejemplo de lo que parece que nunca haremos por aquí)