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Metal Hurlant forever !!!

Filed under: Celuloide,Garabatos,Saraos el Domingo, 25 de octubre

No queda nada para la Semana de Cine Fantástico y de Terror de San Sebastián. Como ya avancé en anteriores posts, con ella llega el esperado libro METAL HURLANT Y EL CINE FANTASTICO, coordinado por el excelso Jesús Palacios.

METAL HURLANT Y EL CINE FANTASTICO estará disponible en tiendas. Los que pasen por el recomendable evento terrorífico donostiarra podrán hacerse con él. El que esto escribe firma el capítulo Alejandro Jodorowsky. El gran mago bufón (o cómo el arte puede mutar en manos de un loco cuerdo). También colaboran Rubén Lardín, Lorenzo Díaz, Angel de la Calle, Jorge Gorostiza

Os dejo con unas líneas del prólogo de Palacios:

Este libro surge desde la extrañeza y la pasión.

Desde la extrañeza porque me parecía raro, raro, raro, que hasta ahora nadie se hubiera hecho eco extensamente del papel fundamental y seminal que la revista Métal Hurlant jugó, desde su aparición en 1975 hasta su desaparición en 1987, e incluso, cabría decir, mucho más allá, en la creación y consolidación del imaginario actual del cine fantástico y de ciencia ficción. Si bien proliferan artículos, entrevistas y monografías dedicadas a ciertos autores u obras que, de una forma u otra, aluden episódicamente a esta influencia, no existía, que yo sepa, ningún libro que se ocupara del tema con un mínimo de amplitud. Es más, la mayor parte de las veces, este papel seminal de la revista de los “Humanoides Asociados” se apunta o se alude entre líneas, antes que ser analizado o abordado con detalle.

Normalmente, su influencia se cita a través de las palabras y hechos de personalidades muy concretas, sean artistas que publicaron en la revista, como Moebius o Giger, directores que buscaron claramente en ella su inspiración, como Ridley Scott o Laloux, u obras determinadas creadas bajo su influjo, como Alien, el octavo pasajero (Alien, 1979), Blade Runner (Blade Runner, 1982) o El quinto elemento (Le cinquième élément, 1997). Pocas veces, si alguna, se ha ido más allá, a pesar de la evidencia de que, precisamente, títulos como estos –y otros no menos fundamentales, en cuya creación desempeñó un importante papel Métal: La guerra de las galaxias (Star Wars, 1977), Heavy Metal (Heavy Metal, 1981), Delicatessen (Delicatessen, 1991), etc.– suponen la introducción de todo un nuevo imaginario, más allá de lo simplemente visual e icnográfico, del género. Imaginario que es, por otra parte, aquel que sigue estando vigente hoy día, en términos generales. Parecía, pues, una necesidad casi histórica abordar el tema, de forma más colectiva que individual, combinando tanto el retrato particular como las aproximaciones generales, para proyectar nueva luz sobre el cine –y otras expresiones mediáticas– fantástico actual… Y hacer justicia, al mismo tiempo, a una de las publicaciones que mayor influencia (fundamentalmente positiva, por cierto) ejerciera sobre este.

Surge desde la pasión, porque, a qué negarlo, Métal Hurlant fue la primera cartilla del cómic y la ciencia ficción adultos con la que el que suscribe, al igual que buena parte de al menos tres generaciones de freaks, aprendimos a leer. Es imposible mantener la objetividad –ese sueño de la razón siempre dispuesto a crear monstruos cuando se deja en libertad– al aproximarse a un universo como el de los Humanoides, tan repleto de creatividad, locura y exuberancia. Tanto desde dentro de su seno, como desde quienes recibíamos su bombardeo de imágenes, historias e ideas, Métal Hurlant vivió y nos hizo vivir intensamente años de creatividad, modernidad y sorpresa. Por delante y por detrás de la “Movida”, de la efervescencia posmoderna de los 80, de ideas como la Nueva Carne, el cyberpunk, el steampunk o la Realidad Virtual, estaba y estará siempre Métal Hurlant. Como bien supo reconocer William Gibson, el papá de Neuromante, “esos tipos franceses llegaron antes a la meta”.

Finalmente, aparte de la extrañeza y la pasión, el volumen que tiene en sus manos el lector es producto lógico de una no menos lógica historia de amor entre su editor –y buena parte de sus colaboradores– y la Semana de Cine Fantástico y de Terror de San Sebastián. No sólo porque esta se ofreció a publicarlo y ampararlo bajo su negro y mullido manto, sino, sobre todo, porque por ella han desfilados muchos de los protagonistas y actores secundarios de Métal Hurlant, haciendo así posible su verdadera existencia. Jean Giraud “Moebius”, Alejandro Jodorowsky, Philippe Caza, Jean Rollin… Conocerlos personalmente, entrevistarlos, tomar una cerveza con ellos, durante tantas Semanas pasadas e inolvidables, no hizo nada precisamente por desmontar el “mito” de los Humanoides Asociados, sino al contrario. Era justo y necesario responder a esta larga relación con una carta de amor. Por eso, espero que el lector sepa disculpar sus deficiencias y su carácter propio. No se trata ni de una obra estrictamente enciclopédica ni histórica. No están todos los que fueron –y son–, y habría mucho que aportar, matizar, elaborar y discutir respecto a lo que se cuenta y dice aquí. Se trata, sobre todo, de un acto de reconocimiento, de justicia poética, si se quiere, y de un primer paso en la dirección de establecer la correcta importancia de Métal Hurlant en el discurso del cine fantástico –y no sólo fantástico– moderno.

Como apuntaba más arriba, nos ha parecido que la mejor manera de enfocar esta aproximación al mundo de los Humanoides y el cine era utilizando dos estrategias bien distintas, pero complementarias: de un lado, una primera parte dedicada a temas generales –la historia de la revista, su papel en el mundo del cine, su influencia concreta sobre el diseño de producción cinematográfico y su relación con el cine de animación– y una segunda que trata en detalle, a través de una serie de ensayos particulares, dedicados a cada uno de ellos, aquellos autores más destacados dentro de la larga y fructífera relación de Métal Hurlant con el cine. Aunque el conocedor echará, sin duda, a faltar más de un nombre, hemos intentado suplir estas ausencias a través de los textos generales, y el hecho de que artistas como Druillet, Gillon, Schuiten o Tardi no se encuentren representados individualmente, nada tiene que ver, obviamente, con su genio y calidad, sino, sobre todo, con su prodigalidad en el medio cinematográfico. Finalmente, al tratarse de un libro que abarca campos interdisciplinares –fundamentalmente la historieta y el cine, pero también la ilustración o el diseño–, he intentando que los autores de los ensayos provengan no sólo del medio cinematográfico, sino también –a veces a la vez, a veces no– del mundo de la critica de cómic.

Esperemos que, por encima de sus carencias y fallos, este librito contribuya a dar a conocer lo que, en mi opinión, es una realidad indiscutible –podemos discutir sus matices e intensidad, pero no su existencia–: la fundamental influencia seminal de la revista Métal Hurlant en el cine fantástico y de ciencia ficción del cambio de siglo y comienzo de milenio, a cuya sombra vivimos todavía. Si hemos abierto una nueva línea de investigación sobre el imaginario actual, y si, sobre todo, sirve para mantener viva la memoria de Métal Hurlant, habrá merecido la pena.

6 comentarios

Comentario by VICTORIA EUGENIA

Estimado Sr.Infraser:

Todo son gratas noticias. Muchas gracias por esta última. Y para más INRI hoy es mi cumpleaños. Le voy a proponer a Usted como mozo del año. Como mínimo una estatua en la plaza de la calle en la que Usted nació. Muchas gracias a todos vosotros!

octubre 25, 2009 @ 10:13 pm

Comentario by elbailedesanvito

A por él que vamos. zenquiu.

octubre 27, 2009 @ 1:21 pm

Comentario by IVAN REGUERA

Excelso. Y que lo digas

octubre 27, 2009 @ 5:31 pm

Comentario by p

que a DRUILLET no se le dedique un capítulo entero, me mosquea y que en el dossier de prensa de la SEMANA DE TERROR DE DONOSTIA se escriba bande dessiné en vez de bande dessinée, también espero que el libro valga su peso en alabanzas yo aprendí a leer en las páginas de la revista PILOTE, que fue la cuna de MÉTAL HURLANT y LÉCHO DES SAVANNES

octubre 28, 2009 @ 5:34 pm

Comentario by Cels McClane

Una vez al año, repaso algunos de los números de la colección. El viaje es doble: viajas al pasado, a los cómics que te comprabas de jovencito, viajando a su vez hacia el futuro con todas esas historias cojonudas. A ver si lo distribuyen por aquí y lo pillo. Un abrazote, genio.

noviembre 2, 2009 @ 12:27 pm

Pingback by Métal Hurlant y el cine fantástico (Jesús Palacios Coord.) | El blog de Metropolis Libros

[...] Métal Hurlant y el cine fantástico en Filias y fobias de un fanzineroso [...]

noviembre 20, 2009 @ 8:04 am

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