Ando perplejo, amigos
Acabo de tragarme el programa doble televisivo de la serie Los 4.400. Flojita. Edulcorada. Sosainas. Parten de una idea sugestiva, sableada vilmente de X-Men, con muchas posibilidades que no saben aprovechar. Me quedo con el personaje de la niña con visiones, lo único inquietante del conjunto, muy deslavazado. Deberían hacer un spin-off con la criaja, tendría más empaque.
En los interminables intermedios he vuelto a releer la prensa del fin de semana. Al margen de una noticia que confirma que la realidad siempre superará a la ficción -han encontrado un cadáver real durante el rodaje de un capítulo de C.S.I.- me deja obnubilado la decisión de la Generalitat de “formalizar” a los Latin Kings. Ahora son una asociación cultural con derecho a recibir subvenciones. Están pensando en destinar las ayudas a proyectos como la grabación de un disco de hip hop (por lo menos no es reaggueton) y un documental, entre otras cosas. Me parece todo muy bonito, pero no sé como tomármelo sin parecer un xenófobo aunque me obligue a no serlo (que todos lo somos, en mayor o menor medida, aunque queramos ocultarlo). Lo comento con un colega y me suelta que los Latin Kings de Cataluña son buenos, que los malos son los de Madrid, y ya me quedo a cuadros. Me pregunto si están pensando en las altas esferas en hacer algo parecido con ETA para acelerar el proceso de paz. Yo es que me pierdo ya con esto de la corrección política y rezo a mi NO DIOS para que mis pensamientos negativos después de ver tanta noticia criminal relacionada con esta gente se alejen de mi perpleja mente y los Latin Kings sean en realidad un grupo de bienhechores, aunque en la foto del diario aparezcan haciendo gestos de película chunga de maleantes. ¿La culpa de la imagen que tenemos la tiene el cine? ¿Quizás la televisión? ¿Los Latin Kings son como los 4.400 y algunos no nos enteramos? ¿Soy un abducido? Probablemente. Igual algún lector despierto allende a los mares, que los hay afortunadamante, puede aportar una visión más objetiva del asunto. Estoy perdido.