con la Playstation 3? La peña matándose por comprarla. Altercados apocalípticos delante de las tiendas. Incluso algún disparo con arma de fuego. ¿Estamos oligofrénicos perdidos o qué? La rebajas de enero son una tontería inofensiva al lado del espectáculo lamentable que hemos podido ver estos días por televisión. Y eso que podemos leer aquí y allá que son modelos para conejillos de indias, que dan más problemas que el Windows en su momento. De entrada, vamos conociendo títulos y títulos de juegos de las anteriores consolas que no funcionan con la nueva. Son unidades de prueba, a perfeccionar Toma parcheo aquí y allá. Sabiendo, además, que van a bajar de precio escandalosamente en un futuro no muy lejano ¿Qué está pasando? Como moscas a la mierda, sólo que la mierda es de gratuita degustación, y las ratas de laboratorio no pagan por girar y girar como tontas en la ruedita de su jaula. ¿Quedamos ya en la cola del Cortinglés? The show must go on!!!

Es jodido estar todo el día delante del ordenador escribiendo por estas fechas. El ventilador echa chispas, pero no queda más remedio que avanzar y avanzar palabra a palabra Estos días acabo los libros para Donosti (Cronenberg, colectivo) y Animadrid (Pablo Llorens), pero la actividad en el periódico, dada mi condición de freelance, es mayor en verano (al margen de otras liadas). El personal de la redacción se va de vacaciones merecidas, y yo estoy en ello La semana que viene Benicassim, y me esperan Bilbao, Málaga, Granada, Moncofar ¿Con el portátil a cuestas?

Para escaparse de vez en cuando del bronceado catódico de la pantalla del ordenata nada mejor que ir al cine y aprovechar por el mismo precio el aire acondicionado. Ayer me vi EL SEÑOR DE LA GUERRA, una película que recomiendo encarecidamente. Quitando su excesivo metraje (uno de los problemas más extendidos en el cine actual), y algún detalle americanoide que hay que entender como inevitable, resulta sorprendente que en los tiempos que corren, donde la corrección política que nos invade coarta la creatividad, se haya filmado con pasta y aparente libertad esta crítica directa al vil negocio internacional de la venta de armas. Los créditos iniciales ya son dignos de aplauso -uno puede levantarse de la butaca e irse contento sin ver nada más-, así como el humor ácido que suaviza una historia dura, casi documental, donde los hijoputas acaban ganando. De lo mejorcito del año por el momento.

A la noche me acabé el GOD OF WAR de la PlayStation 2. Unas ocho horas acumuladas, en modo fácil. Nada mejor para liberar stress que exterminar monstruos gigantes a espadazo limpio sin ton ni son. ¡Menudo enganche! Ya estoy esperando ansioso la segunda parte.

Muy tremenda la contradicción: uno disfruta sobremanera en la sala oscura, viendo una soberana patada en los cojones al negocio de la guerra y luego se lo pasa pipa en el sillón de casa, matando criaturas imposibles a golpe de mando. ¿La naturaleza humana?