Los surrealistas castings del programa televisivo Factor X me han parecido lo más delirante e impagable que he visto en tiempo. Absolutamente hipnotizado por la colección de infrafreakies que lo han dado todo delante de tres jueces deslenguados, pasados de rosca y cabronazos, que se han despachado a gusto con más de un aspirante a rutilante estrella. Lo de rutilante es un decir, porque la televisión da fama, pero algunos la sobredimensionan y se creen que por entrar en un concurso de estos, su vida va a cambiar por completo, hasta el infinito y más allá. Es posible que cambie, pero quizás a peor. ¡Mucho peor! Vamos, que no saben dónde se meten ni por asomo.
Atención a este video, esta perla en bruto, que la mayoría ya habréis visto, pero merece ser rescatada a saco. La concursante da entre risa y miedo. Es inquietante. ¡Maldita loca!
(hay más suculentos videos colgados en internet, del Factor X ibérico y de otros países)
Sueños rotos. Ilusiones descuajeringadas. Lloreras, abrazos, ¡poemas sin rima! Los montajes de imagen son de traca, con musiquillas que enfatizan los momentos lacrimógenos. Los descartados quieren pegar, matar, morir Siempre he pasado de OT y esas mierdas, pero esta metáfora audiovisual sobre al sociedad que nos rodea me ha tocado hondo. Una pena la gala, una santa caspa de proporciones mayúsculas, un gallinero donde el público grita y brama como en un campo de fútbol mientras los proyectos de cantantes lo intentan dar todo embriagados por los nervios. Y los tres mangarranes que deciden quien vive y quien muere -a modo de supervillanos- se lo pasan pipa metiéndose con el personal con mala baba de patio de colegio. Yo, dada mi pedofilia latente, ya tengo mi artista ganador, adivinen cual ¡y va a arrasar!
*¿Qué pensarán los seguidores del universo X-MEN del nombrecito del programa? Propongo un Factor X con políticos.