Apoteósico finde
Cuatro días intensos en el FIB 2008. Ahora vuelta al ruedo, con un calorazo de espanto en la capital. Afortunadamente, en unos días vuelvo al norte

La foto, cortesía de Van, resume cuatro días de fiesta total, de playa y desconexión de la realidad, que falta me hacía.
Memorable el concierto de ayer de Leonard Cohen, aunque el maestro Morente acompañado de Lagartija Nick me cautivaron, me emocionaron aún más, con su personal Manhattan, inmediatamente después. Un espectáculo brutal, un ejercicio de catarsis colectivo abrumador. De casi diez. Después el pesado de Morrissey confirmó con sus comentarios fuera de lugar entre canción y canción que es un tipo de lo más antipático, menos mal que Justice nos hizo bailar de lo lindo, descoyuntándonos, casi a la par. Vive la Fette cerraron el festival con el famoso palomitas de maíz, y uno no sabía si reír o llorar, de pena porque se acaba la gran fiesta, o porque finalizar el megasarao con semejante ritmillo sic!
Destacar de los anteriores días del festival la atmósfera creada por Sigur Ros en el clímax de su show y el muro sonoro revientatímpanos de My Bloody Valentine, que saben muy bien lo que hacen. Pero la sorpresa, la gran sorpresa, fue Roisin Murphy. Qué manera de quedarse con la peña, con una agresividad inusual sobre el escenario, y esos aires de diva bolinga extasiada. Al que esto escribe le hizo moverse como un poseso. También bailé como un maldito con Hot Chip, y John Acquaviva nos mantuvo de empalmada hasta el amanecer. Y no se me olvidan los guitarreos de The Racounteurs, el poderío vocal de Gnarls Barkley, y
Iré colgando más estampas en el ego-flog