Spider-Mierda
¿Cuándo dejarán de hacer películas comerciales como si sólo existiesen espectadores con una edad mental de párvulo? La idea podría estar bien, está claro que el cine, especialmente el de evasión, nos ayuda muchas veces a recuperar la inocencia perdida, y no hay nada como gozar en la sala oscura con el chip de infante puesto, pero el problema es que el público infantil no es tan tonto como algunos creen, y menos en los tiempos que corren. Digo esto porque Spider-Man 3, la película más cara de la historia del cine, es una propuesta extremadamente infantil, tonta y amorfa, incapaz de contentar ni a un criajo de cinco años (por poner una edad). No hay mejor termómetro para conocer de primera mano la opinión generalizada del personal sobre una propuesta de estas características que escuchar qué dicen los chavales cuando se encienden las luces al finalizar la proyección, si es que no han salido antes diecisiete veces para ir al cuarto de baño presos del aburrimiento. Poniendo la oreja, deporte que no se me da mal dado mi alto índice de portera, pude escuchar ayer perlas en bruto como: “Vaya mierda de peleas. A ver si el video-juego está mejor”, o “Spider-Man es tonto”.
Efectivamente, el Hombre Araña es tonto. Pero tonto del culo. Así representa al personaje un Sam Raimi terminal, con menos gracia que el cómico suicida del moribundo programa televisivo de Santiago Segura. Tobey Maguire, con una cara torta preocupante, parece Mr. Bean puesto de cereales Kellog´s caducados. Todo lo malo de las anteriores entregas, el director de la añorada Posesión infernal lo ha multiplicado por mil. Hay secuencias bochornosas, dignas de una mala película de estudiantes (dejo los spoilers para los comments). Diálogos mongólicos, información verbalizada a mansalva, escenas de acción soporíferas, rodadas con una miopía galopante, y una sucesión de hechos por la cara que no cuelan ni borracho de palomitas, refresco, nachos y queso cheddar (así estaba yo, compañeros). Menos mal que el día de ayer acabó bien, como estupendamente describe Phibes en su flog: PINCHAR AQUÍ los no-impresionables.
Voy a volver a leer algunos tebeos, a ver si vuelve a caerme bien el personaje, porque me queda la sensación de que Spider-Man es un jodido caratorta patoso y tontorrón que enseña el culo a los malos.
¡Qué mal anda el celuloide de entretenimiento!