Amenábar se ha puesto pelo
ANTES
DESPUES
Prueba fehaciente que acalla numerosas discusiones de barra de bar. Ya está. Él tiene el éxito, nosotros no. Él tiene el dinero, nosotros no. Y además tiene pelazo. Y dicen que es un chaval majo. Da como rabia. Incluso asco. Envidia insana. Cochina
Próximamente: la lectura de Mis problemas con Amenábar como ejercicio de terapia colectiva.