Así me llama el gran Gallardo en su último álbum, dibujado al alimón con Paco Roca. Emotional World Tour, editado por Astiberri, recoge las andanzas de ambos comiqueros durante su gira de aquí para allá presentando sus premiadas obras María y yo y Arrugas. Hablan de su paso por el Salón del Cómic de Getxo, y ahí salgo yo un tío zen No sé a qué  se referirá realmente el creador de Makoki, pero me mola, me mola Quizás hace un año me tomaría tamaño adjetivo como algo raruno, pero como desde hace unos meses, ya por las fechas del Salón, estaba inmiscuido en un proceso mental de limpieza existencial, en una lucha interior que ha dado excelentes frutos, catarsis total, me parece estupendo

¡Gracias, Gallardo!

Aprovecho para rescatar una entrevista que le hice al propio Gallardo para el suplemento TERRITORIOS de EL CORREO por aquellas fechas:

“MIGUEL GALLARDO: ILUSTRADOR ILUSTRADO”

Uno de los autores más emblemáticos de nuestra historieta visita el Salón del Cómic de Getxo. Miguel Gallardo (Lleida, 1955) se dio a conocer en los años 80 como una de las firmas indispensables del tebeo underground nacional. Si los americanos tienen a Robert Crumb, nosotros tenemos al padre de Makoki, personaje mítico de una época, que incluso tuvo su propia canción en la movida, firmada por Fernando Márquez “El zurdo” y su grupo Paraíso. Este antihéroe de papel, un inadaptado social huido del manicomio, con un casco en la cabeza lleno de cables de un fallido electroshock, se convirtió en el símbolo del lado más salvaje de la vida, del lumpen, el sexo, las drogas y el rock´n´roll, traspasando las fronteras del cómic. Nació en 1977, inspirado por un relato de Felipe Borrallo. Mediavilla se ocupó de los guiones. Incluso tuvo su propia editorial y cabecera, pero la trayectoria del dibujante ha ido mucho más allá de las viñetas transgresoras que le dieron a conocer -también fundó la revista “El Víbora”, entre otras proezas de antaño-.

Gallardo ha sabido evolucionar con los pies en el suelo, labrándose una carrera como ilustrador en prensa reconocida a nivel internacional (Herald Tribune, New York Times). Sus dibujos han inspirado a otros artistas, también aclamados, y nunca ha abandonado su albor como historietista. Uno de su últimos trabajos, Maria y yo, se llevó el Premio Nacional de Cómic de Cataluña. “Fue una completa sorpresa para mi”, cuenta el autor. “El hecho de que hayan elegido María y yo, que no es una obra muy ortodoxa, y que bebe de varias fuentes, dice mucho del jurado”. Se trata de una obra muy especial, la crónica en primera persona de unos días de vacaciones con su hija autista. “Surgió de los cuadernos de viajes que hacía para mi hija donde le iba dibujando toda la lista de gente que a ella le gusta, también de la necesidad de explicar nuestra historia, las relaciones entre un padre y una hija especial y nuestra particular forma de comunicarnos”. Un título más que recomendable, firmado por un dibujante que confiesa si rubor sus influencias: Todas las del mundo, películas de serie B, dibujos animados, comics clásicos y modernos, la pintura, las tiendas de todo a 100…”.

Toma las ideas para sus historias “de la vida real. Ya descubrí hace tiempo que es la mejor cantera de ideas que hay, lo que tienes justo a tu lado”. A la hora de ponerse a trabajar, aboceta mucho, llena papeles y papeles con ideas, las pasa a tinta, escanea y colorea con su querido MAC. Cita numerosos autores de cabecera: Segar, Vázquez, Charles Adams, Del Arco, Andre François, Savignac, Opisso, Gilbert Shelton, Max, Pepo Perez, CarlosVermut, Ben Katchor, Spiegelman, Crumb… Creativamente, ve el cómic como un medio en alza en la actualidad. “El acceso de jóvenes creadores y guionistas ha dado un soplo de aire fresco”, explica al respecto. “El hecho de que publiquen a las primeras de cambio una novela como Café Budapest de Alfonso Zapico dice mucho a favor del momento que pasamos”.

Gallardo ha ilustrado portadas para libros de editoriales de peso y ha firmado junto a Victoria Bermejo varios libros infantiles. Es autor con Angeles Ponce de ¿Qué le pasa a este niño?, una guía sobre la discapacidad. Numeroso premios lucen en su curículum: Salón del Cómic de Barcelona, Society of Newspaper Design, Serra DOr, Junceda ¿Qué queda de la época underground, de sus comienzos? “Todo. La época del Víbora fue mi bachiller en el cómic, todo lo aprendí allí, de manos de Mediavilla y mis compañeros generacionales. Queda la mala leche de vez en cuando y el humor”.