Gore, zombies y cintas snuff
Fin de semana en gratísima compañía en San Sebastián, en la Semana del Horreur. Ha habido tiempo para todo. El festival va viento en popa, empezó bien con la proyección de LOS CRONOCRIMENES, y el ambiente de la sala esta siendo muy bueno. Igual tengo que retractarme de mi anterior post (¡con ganas!).
Resumiendo algo de los visto hasta ahora, CUENTOS DE TERRAMAR, la película de animación del hijo de Miyazaki, confirma que no siempre se lleva lo bueno en los genes. Un argumento de lo más anodino, y unas imágenes muy poco espectaculares que no ayudan en absoluto a engancharse a la propuesta. Muy lejos de LA PRINCESA MONONOKE o EL VIAJE DE CHIHIRO. El talento no se lleva siempre en el apellido
DIARIO DE LOS MUERTOS, la última de Romero, que no pude ver en Sitges, tiene tres escenas de quitarse el sombrero, entre ellas el impactante final. El mensaje es el de siempre, nada nuevo bajo el sol, pero se nota el esfuerzo del director de la sempiterna LA NOCHE DE LOS MUERTOS VIVIENTES por adaptarse a los tiempos. Una pena la morosidad en el ritmo. Sobre todo hay un problema de actores: resultan poco creíbles, máxime teniendo en cuenta que el filme pretende ser un falso documental. No obstante, a pesar de los peros, los amantes de los zombies en la gran pantalla tendrán alguna pequeña erección. Hay momentos de humor e ironía, junto a algún otro realmente inquietante, que merecen mucho la pena.
GUINEA PIG 2: FLOWERS OF FLESH AND BLOOD. He tenido la suerte de compartir estos días algunos momentos con HIDESHI HINO, un tipo entrañable responsable de algunas de las mejores viñetas de horror que han visto mis ojos y de algunas cult movies bizarras. La película fue muy polémica en su momento, por ahí rula la leyenda de que Charlie Sheen puso una denuncia al creer que era una cinta snuff (evidentemente iba de puestón, porque las imágenes cantan a látex cosa fina). Recuerdo haberla visto hace mil años en VHS, en una copia de decimotercera generación, con un montón de drops. La mala imagen enfatizaba el mal rollo por aquel entonces, porque el pase de anoche fue descacharrante, con algunos chistes a voz en grito en el patio de butacas realmente memorables. Un must.
En un rato me toca pinchar, poner discos, darle al play, en el Club del Victoria Eugenia, después del concierto de Krell.
Y mañana por la noche, el famoso KARAOKE FROM HELL en el Staff. Tercer año que me toca hacer de patético maestro de ceremonias. Tendré que pensar en nuevos chistes. Prometo no volver a cantar Loquillo