cunia cine comic y otras hierbas

¡¡¡ Concurso maníaco!!!

Guardado en: Celuloide, Letrax el Viernes, 11 de Mayo

Un CONCURSO que iba para hace tiempo, pero pasan las horas, pasan los días, y ahí estaba apuntado en mi lista de temas para el blog, que aumenta día a día desproporcionadamente y no se ve reflejada, para nada, en este site. Tendría que actualizar seis veces al día, y tener tiempo, mucho tiempo o nada que hacer ¡nada!

2000MN1.jpgManolo Valencia, el amigo de los niños, ha donado por el bien de la humanidad ¡C-I-N-C-O EJEMPLARES! del último 2000 MANIACOS para que se lo ganen los lectores más avispados de este fanziblog. El fantabulossso contenido del mismo lo comenta Pedro Calleja, uno de sus fieles colaboradores, AQUI.

Para recibirlo por correo ordinario (que todavía existe) en casita, hay que ganárselo bien ganado. Hay hasta el martes para enviar un e-mail a la dirección de este blog estupendoso contestando a una serie de preguntas. De propina, hay que colgar aquí algún comment jocoso que haga referencia a esta publicación indispensable que lleva mil años dando guerra. Mucha guerra. Vale meterse con el staff, ja ja!!!

Entre los acertantes habrá un sorteo subterráneo sin notario enfrente, queda dicho, así que habrá que confiar en la honestidad del que esto escribe (haw, haw, haw!!!).

¡Hagan juego!

  • ¿En qué año se fundó el 2000 MANIACOS?
  • ¿Cómo se titula la primera película de Manuel Valencia?
  • ¿Dónde se estrenó?
  • ¿Qué le obsesiona a Manolín?
  • ¿Quién es Julián Lara?

A ver esa originalidad, chavales

Otro que tal baila

Guardado en: Celuloide el Jueves, 10 de Mayo

¡J.A. Bayona también va a Cannes! ¡Enhorabuena!

Velasco enloquecido

Guardado en: Celuloide el Jueves, 10 de Mayo

Avant Pétalos Grillados se va a Cannes. Agárrense, porque es el primer cortometraje español seleccionado por la Quincena de Realizadores de Cannes en 36 años. El último fue État de siege, de Jaime Chavarri, en 1971. Menudo puntazo. El amigo Cesar Velasco, Velasco Broca en los créditos, está sacando chispas a su imaginería enfermiza. El corto ha sido producido por Regan Velasco Inc. en asociación con KV Entertainment, Arsénico P.C. (me suena de algo), Dziga Producciones, Hill Valley y Pop Producciones. Ganó en Slamdance, alcanzó la final de Fotogramas en Corto, está en sección oficial en Cine Vegas, Fantasia, Worldwide Short Film Festival… ¡Imparable! (y eso que no se entiende un carajo, ja ja ja!)

Querido Crumb

Guardado en: Garabatos el Mircoles, 9 de Mayo

Rescato unas líneas que me han encantado del ULTIMO POST del amigo Lardín. ¡Cuánta razón tiene!

Me parece mentira que haya imbéciles que se pretendan cultos o ricos o legitimados para opinar de algo sin leer tebeos. Creo que podría prescindir de más de la mitad de mi biblioteca mientras Crumb estuviera ahí. Es una obviedad de la que tomo conciencia cada vez que vuelvo a él. (Imbécil y desnudo)

PacoAlcazar.jpgDe paso, recomiendo el nuevo blog de otro de los genios de nuestro tiempo, el genial Paco Alcázar, que con su serie Silvio José para las páginas de la revista EL JUEVES me tiene fascinadito. Pinchad AQUI y entrad en un mundo increíble de posibilidades.

¿Esta es la magia del cine?

Guardado en: Celuloide el Martes, 8 de Mayo
Pirates1.jpg

Vía el gran REFO.

Spider-Mierda

Guardado en: Celuloide el Domingo, 6 de Mayo

SpiderMan.jpg¿Cuándo dejarán de hacer películas comerciales como si sólo existiesen espectadores con una edad mental de párvulo? La idea podría estar bien, está claro que el cine, especialmente el de evasión, nos ayuda muchas veces a recuperar la inocencia perdida, y no hay nada como gozar en la sala oscura con el chip de infante puesto, pero el problema es que el público infantil no es tan tonto como algunos creen, y menos en los tiempos que corren. Digo esto porque Spider-Man 3, la película más cara de la historia del cine, es una propuesta extremadamente infantil, tonta y amorfa, incapaz de contentar ni a un criajo de cinco años (por poner una edad). No hay mejor termómetro para conocer de primera mano la opinión generalizada del personal sobre una propuesta de estas características que escuchar qué dicen los chavales cuando se encienden las luces al finalizar la proyección, si es que no han salido antes diecisiete veces para ir al cuarto de baño presos del aburrimiento. Poniendo la oreja, deporte que no se me da mal dado mi alto índice de portera, pude escuchar ayer perlas en bruto como: “Vaya mierda de peleas. A ver si el video-juego está mejor”, o “Spider-Man es tonto”.

Efectivamente, el Hombre Araña es tonto. Pero tonto del culo. Así representa al personaje un Sam Raimi terminal, con menos gracia que el cómico suicida del moribundo programa televisivo de Santiago Segura. Tobey Maguire, con una cara torta preocupante, parece Mr. Bean puesto de cereales Kellog´s caducados. Todo lo malo de las anteriores entregas, el director de la añorada Posesión infernal lo ha multiplicado por mil. Hay secuencias bochornosas, dignas de una mala película de estudiantes (dejo los spoilers para los comments). Diálogos mongólicos, información verbalizada a mansalva, escenas de acción soporíferas, rodadas con una miopía galopante, y una sucesión de hechos por la cara que no cuelan ni borracho de palomitas, refresco, nachos y queso cheddar (así estaba yo, compañeros). Menos mal que el día de ayer acabó bien, como estupendamente describe Phibes en su flog: PINCHAR AQUÍ los no-impresionables.

Voy a volver a leer algunos tebeos, a ver si vuelve a caerme bien el personaje, porque me queda la sensación de que Spider-Man es un jodido caratorta patoso y tontorrón que enseña el culo a los malos.

¡Qué mal anda el celuloide de entretenimiento!

Estado policial

Guardado en: Burp! el Sbado, 5 de Mayo

Me cagué en los niñatos que juegan a ser chicos malos como quien hace rafting, puenting o trekking, pero ahora todos se han ido de Malasaña, y han dejado un tremendo regalo: cientos de picoletos. Los hay a millares en cada esquina, observando como nos tomamos unas copas en cada bar a modo de expansión agropecuaria.

Malasaña esta sitiada. Coches patrulla y munipas con casco desafiando a la peña con ganas de esparcir su espíritu escuchando música de moda. ¿Pero esto qué es? Vuelvo a casa y siento que voy a dormir con un madero. Me espera debajo de las sábanas. Los hay a millares en cada esquina, como si aquí los Soprano ejerciesen su derecho a montarla. Mientras, en Huertas, los pijos se ponen ciegos  a chupitos 2 x 1 mientras nadie les dice nada.

Me cago en todo.

GORA MALASAÑA ASKATUTA!!! 

Cine de postal

Guardado en: Celuloide el Viernes, 4 de Mayo

TheFountainposter.jpgTras una larga espera, sobre todo para los seguidores incondicionales (e irracionales) del cine de Darren Aronofsky, se estrena en nuestras salas su última propuesta, la polémica La fuente de la vida, una película que provoca sentimientos encontrados: puede tocar la fibra del espectador y engatusarlo, dejarlo perplejo, o provocar una animadversión extrema. O se ama o se odia, o no se sabe bien por dónde cogerla, así fue su acogida en los festivales de Venecia y Sitges, donde se generó una batalla de decibelios entre sonoros abucheos y aplausos desmesurados en el patio de butacas una vez iniciados los créditos finales. El director de Pi, un enfant terrible de trayectoria tan aparentemente atractiva como engañosa para muchos, toca un tema espinoso: la muerte. Se lanza a la piscina elaborando un poema visual de apariencia final feista, a ratos escandalosamente hortera, fundiendo elucubraciones religiosas y estética new age rancia. Una apuesta curiosa, por un lado, incluso valiente dentro en el cine que nos toca sufrir últimamente, pero soberanamente aburrida en su resultado, con toques de metafísica más que cuestionables, que intentan inyectar a las imágenes una dosis de alta intelectualidad que hay que coger con pinzas para aguantarse la risa.

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Respaldado por el talento de Hugh Jackman y Rachel Weisz, Aronofsky desmenuza una enmarañada historia con saltos en el tiempo que pretende ser una poesía sobre la muerte. La fuente de la vida se presenta como un relato de ciencia-ficción que aborda la odisea de un hombre y su lucha, interna y externa, para salvar a la mujer que ama. Así, su confrontación a la inevitable muerte va desde la España del siglo XVI hasta el profundo espacio del futuro siglo XXVI. Jackman intenta encontrar el árbol de la vida, la entidad legendaria que otorga la existencia eterna a aquellos que beben su savia, para que su esposa, una magnética Rachel Weisz, enferma de cáncer, no desaparezca. He aquí el principal problema del argumento: su simplicidad. El fragmento central del filme se revela como una historia propia de un telefilme de tarde, de esos sobre enfermos terminales que tanto proliferan en horario televisivo de sobremesa. El resto es puro adorno, una sucesión de flash-backs sin orden ni concierto que delatan la necesidad de Aronofsky de envolver con un papel de regalo cantoso y llamativo un obsequio carente de interés real.

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La fuente de la vida, aquejada de una galopante arritmia, sirve en bandeja diversas lecturas, tan confusas como inservibles, al ofrecer un amasijo de ideas que parten de la Biblia y se pierden entre delirios mitológicos. Analizando su esqueleto, la cinta no aporta nada nuevo a una historia sobre el dolor y la muerte, a esa lucha contra el cáncer de una pareja enamorada que ve como todo se acaba sin poder remediarlo. Aparte, si el capítulo principal peca de tv movie al uso, previsible y tontorrona, la parte situada en el pasado se antoja anecdótica e inconsistente, mientras el planteamiento de la acción en el futuro deviene lo más ridículo del conjunto, una explosión de escenas lisérgicas por infografía propias de un videoclip pomposo que pretenden representar una onírica odisea espacial pero parecen un anuncio publicitario de un curso de autoafirmación en fascículos para coleccionistas. Cuando el autor lanza en entrevistas comentarios sospechosos, como que ha querido “explorar un nuevo territorio dentro del género, similar a Star Wars o 2001”, se delata a sí mismo.

TheFountain2.jpgLa gestación de La fuente de la vida no fue un camino de rosas. A veces los productores tienen destellos de lucidez, pues toda propuesta aparentemente alejada de lo convencional no tiene por qué ser defendible a capa y espada. Al comienzo del proyecto la película iba a ser protagonizada por Brad Pitt y Cate Blanchett, dos pesos pesados, pero ambos se apearon del carro por causas diversas dejando al cineasta neoyorquino empantanado con una propuesta entre manos cuyo presupuesto se disparaba a los 60 millones de dólares. Finalmente, tras barajarse nombres como el de Russell Crowe, que rehusó finalmente meterse en el embolado, Hugh Jackman se animó a darlo todo junto a Rachel Weisz, pareja en la vida real de Aronofsky. El rodaje tuvo lugar en Guatemala, Montreal, Queensland y Sydney, entre noviembre de 2004 y febrero de 2005, con un presupuesto final de 35 millones, de los que se recuperaron unos diez en EE.UU., a falta de la recaudación internacional.

La fuente de la vida confirma cómo Aronofsky logró encandilar a muchos incautos con Réquiem por un sueño, que se vieron hipnotizados por un envoltorio pasteloso, pretendidamente moderno, que escondía una historia reaccionaria trufada de descarados topicazos. Un cine de postal, con mensajes de manual, tan pretencioso como ingenuo, que se la cuela por la escuadra a los aficionados a apuntarse a absurdas modas en el celuloide actual. No vamos a negar que Aronofsky es un cineasta personal, como también lo era, a su manera, el incomprendido Ed Wood.

(polémica crítica, sin cortes, publicada hace una semana en EL CORREO)

K-ña en Malasaña

Guardado en: Burp!, Desvaríos el Mircoles, 2 de Mayo

Una de las cosas que más me molaba de Madrid cuando me vine a vivir por estos pagos era que apenas llovía cuatro días al año. Ahora ni recuerdo cuatro días seguidos sin llover.

Malasaña 1.jpgEn estos días de imprevisible cambio climático, en los que, como bien me definió el otro día alguien de cuyo nombre no acierto a acordarme, andamos la mayoría de los mortales con una sensación entre la melancolía y la mala leche, a algunos no nos hace ni gracia que un grupo de kalimotxeros con ganas de hacerse el punkie hayan montado una batalla campal en el barrio. Malasaña, para ser exactos, lugar donde transcurre felizmente gran parte de mi vida desde hace nueve años.

Anoche unos gritos me despertaron a las tantas, cuando apenas llevaba unos minutos sopa. Y a un noctámbulo como yo, poco le hace falta para entretenerse sin volver a apoyar la oreja en la almohada. Asomado a la ventana en pijama, como mandan los cánones, he visto correr por las calles un mosaico de despistados alborotadores: emocionados pijindies, modernos de pandereta en el parque de atracciones, algún punk-rocker con ganas de fiesta, irreductibles heavies aficionados a romper cristalería no muy fina, anarquistas de salón de belleza y, sobre todo, púberes excitados con ganas de bronca de película de Calparsoro. Algunos vecinos de edificios colindantes increpaban a voz en grito a la muchachada, empeñada en tumbar los contenedores de basura, mientras los munipas ejercían su derecho a enseñar la porra. Esto no es Euskadi, recordé, allí probablemente sería otra historia, también para no dormir.

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Entiendo que la caña en Malasaña haya sido fruto de un malestar general. Algo hay que hacer para aliviar estos días raros, raros, raros. De paso, salimos en el telediario, los chavales tiene algo que contar a sus compañeros de clase y los más irritables del vecindario han descargado algo de estrés soltando sonrojantes improperios.

Malasaña 3.jpg Ya se sabe, amigos: mucha policía, poca diversión. Pero no sonaban en mi cabeza Eskorbuto. Tampoco Kortatu. Adivinen qué. El espectáculo se asemejaba más a las vaquillas de las fiestas de cualquier pueblo de la profunda España en época estival que a un “¡A las barricadas!”. Y todo porque no dejan hacer botellón en las aceras, ¡fíjate tú! Porque no hay verbena el 2 de mayo.

Me pregunto, si se monta este lío por un quítenme de aquí esas litronas, ¿qué debería pasar si la energía desperdiciada se canalizase en otras protestas más necesarias? El paro o la vivienda, por poner dos ejemplos archimanidos. Prepárense… debería estallar el obús. Pero no… preferimos ir borrachos como cubas.

Así somos, y así seguiremos siendo, per secula seculorum.

Y sigue lloviendo.

Paracuellos integral

Guardado en: Garabatos el Mircoles, 2 de Mayo

Paracuellos.jpgLos seis álbumes de la reputada serie Paracuellos de Carlos Giménez, excepcional dibujante y guionista a cuyo arte debemos imprescindibles testamentos de una época, están disponibles por primera vez en un solo libro esencial de la mano de Mondadori.

Con la reedición de sus obras más representativas de la mano de la editorial Glénat, la carrera de Carlos Giménez (Madrid, 1941) recuperó su brillo a finales de los años 90. Trabajos como España, una, España, grande y España libre!, publicados en 1978 por ediciones De La Torre, volvieron a ver la luz en nuestro mercado con energía. Paracuellos es una de las series que ha encumbrado a este indómito narrador de historias sobre papel, uno de los dibujantes de lo cotidiano más importantes de las últimas décadas. Artista concienciado, capaz de robar una sonrisa al lector mientras denuncia una situación incomprensible -en este caso el martirio sufrido por los niños internados en los hogares de Auxilio Social durante los años cuarenta, colegios institucionales de caridad, de corte falangista, donde se educaba militarmente a los alumnos-, sus viñetas cuentan con un innegable valor dentro del medio y aportan una visión crítica y mordaz de unos años vitales en nuestra historia.

Paracuellos2.jpgGiménez es todo un profesional de la historieta que sabe narrar con una eficacia elogiable. Elabora agudas reflexiones sobre el lenguaje del cómic y los mecanismos del melodrama mientras obsequia al lector con obras políticas, o de simple evasión, cuya lectura dejan huella. En su dilatada trayectoria, marcada por una especial predilección por las narraciones autobiográficas y los cuentos de ciencia-ficción, hay magnos títulos como Barrio, Los Profesionales, Dani Futuro, Hom, Erase una vez en el futuro, Koolau el leproso

Columna dominical de EL CORREO rescatada

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