Norma ha editado en un solo volumen Contrato con Dios, Ansia de vivir y La Avenida Dropsie, trilogía indispensable del maestro Will Eisner. El concepto de novela gráfica, tan en boga últimamente, nació con la obra de este genio del arte secuencial, término que él mismo acuñó.

Nacido en Manhattan el 6 de marzo de 1917, Eisner no abandonó el lápiz hasta su muerte, el 4 de enero de 2005. En su carrera gestó obras de peso que han dignificado un medio incomprendido, entre ellas Contrato con Dios, un trabajo revolucionario publicado en 1978 que reunía cuatro relatos situados en el Bronx neoyorquino de la Depresión. Cuatro emocionantes historias humanas protagonizadas por gente sencilla en el Nueva York de los años treinta. El peculiar estilo del maestro, con personajes desmesuradamente gestuales, llenos de vida, se hizo participe más que nunca cuando todo el mundo le creía jubilado. Sobrepasando la edad de los sesenta, volvió a demostrar su empeño en innovar dentro del medio, confirmando que The Spirit, su serie más conocida, era un laboratorio de experimentos gráficos. Cambió el thriller por el drama y el espectáculo por la vida misma. Buscó un nuevo tipo de tebeo, que algunos calificaron de cinematográfico, adjetivo oportuno si observamos la peculiaridad de cada encuadre.

A Eisner, definido por el experto Scott McCloud como “el cerebro y el corazón de los cómics americanos”, le atraían las visiones de la vida urbana en su última etapa, pero explorar la historieta como forma literaria, como herramienta didáctica, fue otra de sus grandes inquietudes. Su obsesión le llevó a realizar un estudio a conciencia cuyas conclusiones plasmó en dos trabajos de obligada lectura para todo amante del noveno arte: El cómic y el arte secuencial y La narración gráfica.

(de EL CORREO, sin recorte)