Ea ea ea Bardem se cabrea
Javier Bardem está mosqueado. Muy mosqueado. Está harto de los españoles, una especie que se dedica a cotillear y criticarle (especialmente la prensa). Este hombre empieza a parecerse demasiado a su madre, unas cuantas décadas antes, y Fernando Fernán Gómez, gruñón ilustre, artista incuestionable, sólo hay uno.
Javi, trooooooooooooonco, relájate, que llevas viviendo en este país unos cuantos años, no podemos creer que hayas descubierto ahora cómo son tus paisanos. Venga, que eres la envidia de este país, que en la última del Woody te has magreado con la Pe y la Scarlett. ¿Qué más quieres, chatín?
De todas formas, ya se excusa AQUI, no pasa nada, porque tampoco hay que pasarse con el chaval como AQUI (lean, lean, no tiene desperdicio).
Nótese cierta ironía en este texto, porque en el fondo comparto con este hombre sus preocupaciones. Aquí hay mucho envidioso suelto, y encima a esta legión de tocapelotas se unen tan campantes patriotas de andar por casa, que se les llena la boca de España cuando les interesa (ahora parece que se han olvidado de lo que este interfecto gritó al recoger su merecido Oscar). Hay que cerrar el pico para no herir sensibilidades, decir lo que uno piensa sin pensarlo demasiado es una gran putada.