cunia cine comic y otras hierbas

Mad Sports

Guardado en: Reality Bites el Mircoles, 3 de Octubre

Viendo este curioso videoclip musical a altas horas de la madrugada en la MTV 2 me he acordado de un texto escrito de hace mil años que aquí rescato aprovechando la coyuntura

LOS CONCURSOS (Y EL DEPORTE)  MATAN

Im-presionante. Enciendo la tele para devorar el telediario mientras zampo, practica habitual en mi quehacer diario, y me encuentro un documento impagable. En un pueblo de estos perdidos por el mundo, de cuyo nombre no quiero acordarme, sus habitantes veneran un concurso llamado “La Carrera del Queso”. El juego consiste en reunir a varios lugareños, probablemente con pocas luces, en lo alto de una abrupta pendiente. Un sujeto tira un queso rodando, que va cayendo cuesta abajo, y los participantes tienen que seguirlo a toda pastilla y llegar a la meta antes que el suculento alimento. Evidentemente, los intrépidos concursantes también caen rodando, dándose unas costalazos tremebundos. Ostia para aquí, ostia para allá. Algunos botan y se golpean contra los montículos del barranco de manera que duele, en serio, a cualquiera que lo esté viendo. Y todo este delirante espectáculo nos lo ponen a la hora de comer, claro, para que veamos lo cafres que son también en otros países. Miembros dislocados, heridos, sangre Y la gente aplaudiendo entre risas.

Lo descrito me recuerda a una película mítica del género gore, “2000 Maniacos”, en cuyo sangriento argumento unos turistillas de tres al cuarto llegaban a un pueblo y eran masacrados con diversos juegos ante el descojone de los pueblerinos, unos cachondos de cuidado.

A uno le metían en un barril donde clavaban clavos, entre risas, y luego le tiraban por una pendiente. Una pasada. Alex de la Iglesia, fiel a su adicción al humor negro, tenía la idea de hacer un remake de este largometraje de culto titulándolo “2000 Vascos”. La estructura era similar, con la excepción de que los métodos utilizados eran deportes vascos. De lo más macabro.

En el fondo al ser humano le sigue gustando participar de público en el circo romano. Nos mola ver a los demás pasándolas putas. Y si es viendo la ventana electrónica, sentaditos en el sofá, mucho mejor (para ir a las vaquillas hay que ponerse el chándal y salir de casa) ¿Qué me dicen del éxito de “Videos de primera”? Pero, atención, porque una cosa son los espectadores y otra aquellos que quieren ser protagonistas de la tortura audiovisual a cambio de unas palmaditas en la espalda o de salir en la caja tonta. ¿Se acuerdan del mítico programa “Humor amarillo”? Por que para chalados, los sonrientes japoneses, que acuden en masa a participar en concursos realmente salvajes (“Supervivientes” es una mariconada).

Hace poco me paso un colega unas cintas con extractos de la televisión japo, y la verdad es que las imágenes no tienen desperdicio. Cada fragmento es una oda al masoquismo. En un concurso, por ejemplo, un grupo de desalmados tiene que utilizar mil argucias para despertar a un pobre hombre disfrazado de marmota (lo que oyen) que tiene que aguantar mil vejaciones sin abrir los ojos tumbado en una cutre-cama. Le ponen brasas ardiendo en la frente, le meten en una bañera con agua helada, le ponen pinzas por todo el cuerpo, una vieja asquerosa le da un muerdo, descargas eléctricas en los pezones ¡hasta se lo llevan a un parque de atracciones y le dan mil vueltas en una montaña rusa! Y el tío aguanta como un campeón.

Hay otro aún más demencial. Los participantes están detrás de una valla que les llega a la cintura y les tapa sus vergüenzas, pues están en pelotas de ombligo para abajo. Arriba visten traje y corbata y sujetan una copa en plan señoritos. Pues bien, los muy patéticos tienen que aguantar sin moverse mientras les hacen mil putadas en la zona de los glúteos. Primero sale una tipa vestida con parafernalia sadomasoquista que les da unos latigazos de espanto. Ver los caretos es todo un poema. Y luego la jodienda va aumentando llegando al límite de introducir un vibrador por el culo a uno de los concursantes, que ya tiene el pompis amoratado de cojones. Y por si eso fuera poco, sale un personaje de lo mas denteroso, con más pluma que Boris, y empieza a comerle el culo ¿Se imaginan estas imágenes en Antena 3 con Carrascal como locutor? “No se vayan señores, después de la publicidad a este jodido amarillo le van a poner un petardo en el ano que se va a enterar”.

Pues nada, nosotros seguiremos riéndonos de esta pandilla de engañados que se dejan torturar para que los demás se echen unas risas, pero deberían apostar por otros deportes más sanos. Por ejemplo, corridas a distancia, a ver quién llega más lejos expulsando su lefote. O a ver quién encesta más en las bocas de diversas participantes de buen ver que tienen que cogerlo al vuelo con las manos atadas a la espalda. Por supuesto, esta modalidad sería entre matrimonios, como “Su media naranja”, pero las parejas se intercambian, de tal manera que el hombre tienen que acertar en el careto de la mujer de su contrincante. Muy divertido. Se aceptan otras ideas, pero recuerden: “No practiquen en sus casas nada de lo antepuesto, puede ser perjudicial para su salud”. ¡La realidad supera a la ficción, amigos!

3 comentarios

Comentario por Fleims

Hostias, yo tambien me baje esos videos (eran 3 videos de 1 hora que se llamaban Japanarama). Otro concurso que tambien me descojonaba era ese del grupo de japoneses sentados en una mesa. Cada uno comia una cucharada (o palillada o lo que sea) de un plato de comida, pero uno de los platos tenia algo que por lo visto picaba muchisimo. El reto consistia en descubrir quien habia comido picante, por lo que a quien le tocara tenia que disimular el picor, aunque los lagrimones siempre acababan delatando. Aun asi hay gente que cree que los concursantes de esos programas son japoneses de la calle, pero casi todos esos videos estaban sacados de un show bastante famoso, y los puteados eran siempre los presentadores.

Octubre 3, 2007 @ 3:51 pm

Comentario por chema

Para mi la movida de tirarse tras el queso siempre me ha horripilado, pienso en una de esas volteretas y como el cuerpo al caer aplasta el cuello crujiendo la columna vertebral y cosas así. Se que soy un cobarde y nunca disfrutaré de auténticas hostias o cojidas de toros en San Fermín, pero yo paso. No me mola nada.

Octubre 3, 2007 @ 8:24 pm

Comentario por negraverde

Qué bueno! los japos siempre tan insuperables ellos. De todos modos en algún pueblo de La Rioja, estos ojitos han visto barbaridades que no habría creído si me las cuentan. Y sé de uno que lleva muchos años fundido a su silla de ruedas después de su minuto de gloria en las fiestas patronales

Pero tranquilo todo el mundo, que del deporte se puede salir!

Y hablando de humor amarillo, qué fue de KUDEIRO?

Octubre 4, 2007 @ 8:04 am

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