Yo soy un grunge postadolescente
Chicken skin. Anoche fui de sopetón al concierto de Pearl Jam en Madrid, gracias a una inesperada invitación de ultima hora (un abrazo, Iván). Disfruté como una ninfómana en un campo de espárragos. De entrada, salió Eddie Vedder solo con la guitarra, empezó con cuatro acordes y el personal, en alegre comunión, coreó enterita la canción de apertura, algo mágico que no se ve todos los días. Dos horas de concierto, donde el grupo desgranó como una locomotora hit tras hit, incluyendo dos bises y un final colosal con Vedder entregado, subiéndose a los amplis como en los viejos tiempos (algo más tímidamente, eso sí). Acabó el show con Alive y la versión atómica del Keep on Rockin´in the Free World del mítico Neil Young. El que diga que el rock ha muerto es un imbécil.