El fútbol es así
Una imagen vale más que mil palabras
No soy futbolero. La verdad es que agradezco que la selección de la piel de toro se haya vuelto a casa. Más que nada porque en cada partido los cimientos de mi casa temblaban al grito de gol, las calles de Madrid sufrían, y la plaza Colón parecía estar okupada por la legión de orcos de El Señor de los Anillos disfrazados de lagarteranas. Cientos de adolescentes, la mayoría niñas de teta, aullando por las calles con banderitas rojas y amarillas por capa, bramando en el metro cánticos etílicos, vitoreando a seres en calzones que desconozco desde que no hago la colección de cromos Un espectáculo dantesco. Medio centenar de heridos y varios detenidos tras la catástrofe. Algunos no saben perder (ocurren cosas mucho peores en el mundo). Menos mal que el fútbol no es violencia. Menos mal que nos queda Portugal.