Post Lost
Es difícil que me quede un sábado por la noche en casa, pero, al margen de llevar arrastrando un juergón inesperado desde el jueves (tras la entrega de premios de Fotogramas en corto acabamos hasta las mil y quinientas en un karaoke donde se puede cenar a deshoras), entré en un vórtice espacio-temporal con los últimos capítulos de la tercera temporada de Lost, léase Perdidos. Impresionante final, un colofón de aplauso y pataleo en el sofá: el aplauso por su sorprendente despedida y el pataleo porque la serie no volverá a alucinar nuestras retinas hasta el año que viene (ya cuento los días).
-¡¡¡ATENCION SPOILERS A SACO!!!-
Tras una primera temporada de quitar el hipo, la segunda season de Lost no me fascinó demasiado, salvo su inicio y final, pero esta tercera ha vuelto a poner el listón muy alto, con esos primeros capítulos que remitían a El Planeta de los Simios y el cabronazo de Ben revelándose como uno de los villanos más carismáticos que ha dado la ventana electrónica en tiempo. Con algún inevitable altibajo, con episodios de transición sin demasiada chicha pero entretenidos, incluido un entrañable homenaje a Tales from the Crypt Co. con el relato de la pareja de ladrones de diamantes enterrados vivos, esta tercera entrega ha descrito, con los cliffhangers habituales, algunos de quitarse el sombrero, una guerra aparentemente irracional en la que ni los unos son tan buenos ni los otros son tan malos. La supervivencia saca lo mejor y lo peor de cada uno.
Esta tercera temporada nos ha deleitado con algunos momentos muy inquietantes, como la secuencia de Ben y Locke intentando entablar contacto con Jacob (pinchad, pinchad AQUÍ). Hacía tiempo que no me daban tan mal rollo unas imágenes, por no hablar de ese momento tan magistral como escalofriante en el que Ben mata a su padre y los hostiles exterminan a todo bicho viviente de Dharma a base de gas letal. Chapeau!!!
Y el flash forward del último capítulo, aunque me lo olía desde el principio, me heló la sangre. ¡Qué final, hijosdeciemilputas! Se abre un nuevo abanico de posibilidades de mayúsculas consecuencias (intuyo).
Y con Lost no tengo la sensación de que me están tomando el pelo, como con Heroes o Prison Break (la conclusión de la segunda temporada del yogurín tatuado nos deja como al principio de la primera, con una sensación de punto de no retorno marcadamente molesta, de los superhéroes pijos ya hablaré próximamente). Los cabrones de los guionistas encajan las piezas del puzzle poco a poco, sin prisa pero sin pausa, dilatando hábilmente la acción y la resolución de enigmas en beneficio del espectáculo. Vamos, como en Los Serrano.
Entre las muchas teorías que se barajan para entender Perdidos, ya podemos echar por tierra que están muertos, o que pasean por el purgatorio y cosas por el estilo. Está claro que están inmersos en una paranoia espacio-temporal. Atención a este ABRACADABRANTE video (algún fan fatal ha puesto una secuencia al revés y se escucha algo espeluznante)…
Aún sigo shockeado, y me sigo haciendo preguntas:
- -¿Quién ha muerto en el funeral del flash forward del capítulo final?
- -¿Con quién está Kate?
- -¿Un flash forward con el padre de Jack vivo?
- -¿Por qué ESTE TIO no envejece?
- -¿Dónde coño está Walt?
- -¿Qué demonios es el monstruo de humo negro?
- -¿Qué o quién es Jacob?
- -¿Y la estatua gigante con cuatro dedos?
- -¿A qué templo van en su huida los Otros?
- -¿Habrá muerto por fin el jodido ruso tuerto?
Este descuajeringante video refleja muy bien lo que siento.
P.D.: ¡Y nos hemos librado del petardo de Charlie, compañeros!