Pelis, pelis, pelis
En Sitges toca ver pelis a tope. Mi record en la indispensable cita catalana, insuperable por mi parte, es de ocho películas en un día. No me preguntéis cuáles eran, pero había una de Peter Greenaway
Me despacho telegráficamente algunos de los últimos filmes que he visto antes de irme al festival.
-Art School Confidential. Daniel Clowes al guión, aunque menos ácido y surrealista que en los tebeos, lo que no quita que me haya identificado, y mucho, con el tonto protagonista. El retrato de una escuela de arte es taaaaaaaaan real -Serpientes en el avión. Lo que me imaginaba. Serie B, por no decir Z. Divertida si llevas el cerebro en off. Ideal para haberse proyectado en la Semana de Terror de Donosti. La Pataky hace el papelón de su vida. -Crank.Una peli que va de moderna y cool y sólo consigue aburrirme. Pretende ser tan adrenalítica, tan a lo videojuego, que peca de una arritmia galopante. Y hay chistes de juzgado de guardia. -La increíble ¡pero cierta! historia de Caperucita Roja. Divertida producción animada de producción independiente, por encima de la media. La infografía es torpe, pero se deja ver y no canta tanto rollito para toda la familia. Hay buenos gags y el guión se defiende. -La máquina de bailar. Todo lo contrario a la anterior. Segura, con lo que yo te quiero y dejas que te enbarquen en esta patochada dirigida sin ganas. -La habitación del niño. Bien, Alex, bien. Gratamente sorprendido. Pasé algo de miedo y todo, y la Watling me fascina, amigos. Guión mejorable, pero efectivo. -Para entrar a vivir. Brillante comienzo, luego se vuelve loca, y pierde fuelle, pero me lo pase pipa con el amigo Balaguero. Me encantan Macarena Gómez y Ruth Díaz. Ya soy fan.