American Splendor
Con el estreno de la tercera entrega de X-MEN a la vuelta de la esquina y V de Vendetta aún coleando en la cartelera, es hora de reivindicar otro tipo de adaptaciones del cómic al cine, no tan pomposas y comerciales. La fertilización cruzada entre las viñetas y los fotogramas da frutos de muchos colores.
Si bien la franquicia de mutantes se ha afianzado con sus dos primeras entregas como una de las versiones más estimables del difícil salto del tebeo a la gran pantalla, aún podemos recuperar en DVD la genial AMERICAN SPLENDOR, película protagonizada por Paul Giamatti (“Entre copas”) que pasó sin pena ni gloria por nuestras salas a pesar de su notable calidad. La cinta adapta la ácida serie homónima escrita por el casacarrabias Harvey Pekar, que se define a sí mismo como un “izquierdista estridente”. Publicada por primera vez en 1976, sus páginas dieron origen al género autobiográfico dentro del cómic y ganó el American Book Award en 1987. Convertido en cronista de su propia existencia, Pekar se reveló como un autor de culto durante los años 80 gracias a su colaboración con diversos dibujantes, entre ellos el indispensable Robert Crumb (colaboración publicada en nuestro mercado por Ediciones La Cúpula en el tomo doce de las obras completas del rey de la historieta underground americana). Tanto el cómic como la película retratan con ironía el estilo de vida de la clase obrera americana. Lo interesante del filme es el control de los recursos que brindan ambos medios, detalle que brilla por su ausencia en la mayoría de las adaptaciones. La brillante interpretación de Giamatti, entre al realidad y la ficción, escenas de animación y una parte documental protagonizada por el verdadero Pekar, nos sumergen en el particular universo de un guionista crítico que golpea los cimientos del país de las barras y estrellas. Un producto inteligente, que deja en pañales a Michael Moore y se ríe del aburrido HULK de Ang Lee.
P.D.: mi columna dominical de EL CORREO, convenientemete rescatada sin recortes.
AQUI tenéis una entrevista de mi cosecha, vía telefónica, a Harvey Pekar.